sábado, 6 de octubre de 2007

Concluye la primera fase de la "Misión Campana"

Concluye la primera fase de la "Misión Campana"
lunes, 01 de octubre de 2007


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El domingo 29 de septiembre (con la celebración trasladada de la festividad de San Vicente de Paúl) se celebró la clausura de la Ira. Fase de la «Misión Campana» a la que el Obispo Mons. Oscar Sarlinga convocó después de la V Conferencia General de Aparecida (Brasil), pidiendo poner a la Iglesia en la ciudad-sede del Obispado en estado de misión. La primera y última misión general realizada en la ciudad tuvo lugar en 1979, a poco más de tres años de creada la diócesis por S.S. Pablo VI, en 1976.


Las fases de la Misión

1ra. Fase: Misión en Ariel del Plata, a cargo del mencionado grupo misionero de Maquinista Savio, cuyos coordinadores fueron el Pbro. Justo Rodríguez Gallego y el matrimonio D’Ambrosio.

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2da. Fase: Misión Joven en el mes de octubre-diciembre, a cargo del grupo misionero «Santa María de la Estrella», de Pilar y del grupo juvenil de la iglesia catedral de Santa Florentina, cuyo coordinador es el Pbro. Mauricio Aracena. La clausura de este tiempo de misión tendrá lugar el 8 de diciembre, con motivo de la Inmaculada Concepción de la Virgen María.



3ra. Fase: Misión Joven en el mes de marzo de 2008.
Acogiendo el pedido del Obispo, el grupo misionero estable de la parroquia de la Inmaculada Concepción Maquinista Savio (localidad entre los partidos de Pilar y Escobar) acudió a la misión permanente en la localidad de «Ariel del Plata» en las afueras de la ciudad de Campana, en la jurisdicción de la parroquia de San Vicente de Paúl. El grupo misionero está compuesto de 30 laicos y dos sacerdotes, el cura párroco (y vicario episcopal para la pastoral de Zárate-Campana), Pbro. Justo Rodríguez Gallego y el vicario parroquial, Pbro. Nicolás Guidi. Todos ellos visitaron casa por casa la zona y los barrios aledaños.

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En la Misa de Clausura, a la que asistieron numerosos fieles, estuvieron presentes Mons. Edgardo Galuppo, vicario general, el Pbro. Marcelo Monteagudo, Delegado episcopal para las misiones, el Pbro. Ariel Guzmán, administrador parroquial, y el Pbro. Nicolás Guidi, vicario parroquial de la Inmaculada Concepción de Maq. Savio.



Nuestro Obispo Mons. Oscar Sarlinga pronunció, con esa ocasión, la siguiente homilía...

IGLESIA EN CAMPANA, ¡RECOMIENZA DESDE CRISTO!


Queridos sacerdotes, grupo misionero, queridos hermanos y hermanas en el Señor

Habiendo celebrado la Iglesia en América Latina la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y el Caribe, en la ciudad de Aparecida en Brasil, del 13 al 31 de mayo del año 2007, bajo lema y tema: «Discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en Él tengan vida» (“Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”, Jn. 14,6), acogimos también el llamado de nuestro Santo Padre Benedicto XVI, en sentido de ser de verdad discípulos y misioneros, considerando estos elementos como esenciales en la naturaleza propia del cristiano.

Nos pertenece como vocación más profunda el gozo de evangelizar, porque la evangelización, es decir, la actividad misionera, corresponde a la vocación específica de la Iglesia, la cual, en pleno respeto de la libertad de los hombres, les va al encuentro, en especial de aquellos que, en palabras de Juan Pablo II “(…)todavía "in umbra mortis sedent" (Lc 1, 79); al punto que puede decirse, siguiendo las palabras citadas, “(…)que la Iglesia es la misión encarnada” 1. Son palabras muy fuertes y que debemos hacer carne en nuestro corazón, uno de cuyos signos es la bendición del nuevo altar de esta iglesia parroquial, para el centro de la evangelización, la Eucaristía celebrada, que se haga vida misionera en nosotros. ¡Recomenzar desde Cristo!. Hemos hecho carne la misión en toda esta zona de Ariel del Plata, donde tuvo lugar esta primera fase, con muy buena acogida de las familias visitadas.

En efecto, si somos cristianos es porque, mediante el bautismo y la fe (no sólo la fe subjetiva sino la fe objetiva de la Iglesia) seguimos a Jesucristo, quien nos ha mandado: «Sígueme» (Mt 9,9). Desde esa perspectiva discipular, esto es, en tanto discípulos del Señor, hacemos nuestras las palabras del Apóstol de las Gentes: «Vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mí» (Gal 2,20) y queremos testimoniar la alegría de ser cristianos, dar testimonio de Cristo en el mundo, y concretamente en esta ciudad de Campana, con nuestras obras y palabras, con la vida de Amor de una Eucaristía celebrada y vivida.

Como sabemos, la última misión en la ciudad de Campana tuvo lugar en el año 1979, a cerca de tres años de la creación de la diócesis, en 1976, por el Papa Pablo VI. En el año 2006 la diócesis cumplió 30 años de vida, lo cual festejamos solemnemente el día de su Patrona, la Santísima Virgen en su advocación de Nuestra Señora de Luján, el 8 de mayo, en el atrio de la iglesia catedral, con numerosa participación de fieles. Un cambio es necesario, un cambio en el sentido de la «nueva evangelización» a la que nos llamó Juan Pablo II y que nos reitera hoy el Santo Padre Benedicto XVI.

En su reciente encuentro, en Loreto, con 500.000 jóvenes, el Papa Benedicto escuchó el testimonio de ellos y respondió a sus preguntas, a la par que se refirió a la dificultad de hablar hoy de Dios en el mundo actual, puesto que algunos ven en Él una limitación a su libertad. Ante los problemas de la sociedad actual, el Papa señaló que “(…) el mundo debe ser cambiado y es precisamente la misión de la juventud cambiarlo”. Pero cada uno no lo puede hacer con sus propias fuerzas, sino que sólo “(…) en comunión de fe y de camino, en comunión con María, con todos los Santos y con Cristo" como se puede "hacer algo esencial”2. Además destacó algo tan fundamental como la importancia de la familia, de la que todos nosotros hemos de hacer “(…) una célula fundamental de la sociedad” y también un «núcleo evangelizador».

¿Tenemos conciencia, como Iglesia local, de ser esencialmente misionera?. El Concilio Vaticano II confirmó explícitamente: “La Iglesia peregrinante es, por su naturaleza, misionera, puesto que toma su origen de la misión del Hijo y de la misión del Espíritu Santo, según el propósito de Dios Padre”3.

Hoy la misión es obra de caridad. Y no es privativa de algunos, sino de todo cristiano-discípulo, precisamente porque, como nos dijo el Papa en «Deus Caritas est», “(…) el amor al prójimo enraizado en el amor a Dios es ante todo una tarea para cada fiel...” 4.

Quisiera pedirles, desde el corazón, como un «espíritu de la misión en Campana», que «desde el Espíritu de Pentecostés, estemos siempre dispuestos a recomenzar». Caer y decaer es humano, recomenzar desde el Espíritu es divino.

En la clausura del inmenso acontecimiento de gracia que fue el Jubileo del Año 2000, el Papa Juan Pablo II nos decía, en la homilía de conclusión: «Es necesario recomenzar desde Cristo, con el impulso de Pentecostés, con entusiasmo renovado. Recomenzar desde él ante todo en el compromiso diario por la santidad, poniéndonos en actitud de oración y escucha de su palabra. Recomenzar desde él para testimoniar el Amor» 5

Y luego, al siguiente año, en 2001, nos dejó para la Iglesia universal una hermosa exhortación, que podemos hacer perfectamente nuestra hoy, en Campana, y en nuestra querida diócesis:

“Recomienza desde Cristo, tú que has encontrado misericordia.
Recomienza desde Cristo, tú que has perdonado y aceptado el perdón.
Recomienza desde Cristo, tú que conoces el dolor y el sufrimiento. Recomienza desde Cristo, tú que sientes la tentación de la tibieza: el año de gracia es un tiempo ilimitado.
Recomienza desde Cristo, Iglesia del nuevo milenio. Canta y camina”6.

La Virgen Madre, en su título de «Madre de la Iglesia» y en su advocación de Nuestra Señora de Luján, Patrona de la Argentina y de esta diócesis de Zárate-Campana, como le fuera asignada por el Papa Pablo VI, nos proteja y, como «Estrella de la Evangelización» nos haga siempre discípulos y misioneros de Jesuscristo.

Amén

1 comentario:

Alfredo Alfieri dijo...

Me parece estupendo que un Obispo aliente la misión en su diócesis; la evangelización es lo más preciado que tiene la Iglesia.
Felicitaciones y adelante!.
Ojalá el ejemplo sea tomado por muchos.